martes, 20 de marzo de 2018

¿Gesto epiclético en la plegaria de ordenación sacerdotal?



                              Aclaración: no pretendo cambiar ninguna costumbre eclesial en materia litúrgica, ni el parecer o la regulación de alguna diócesis en concreto. Solamente es una reflexión u opinión en torno a un gesto que he visto en algunas ordenaciones sacerdotales: me refiero al hacer el gesto epiclético (obispo y presbíteros) cuando en la plegaria de ordenación sacerdotal se dicen las palabras que pertenecen a la naturaleza del sacramento y que son necesarias para la validez del acto:  

                 TE PEDIMOS, PADRE TODOPODEROSO, QUE CONFIERAS A ESTOS SIERVOS TUYOS LA DIGNIDAD DEL PRESBI­TERADO. RENUEVA EN SUS CORAZONES EL ESPÍRITU DE SANTIDAD, RECIBAN DE TI EL SEGUNDO GRADO DEL MINISTERIO SACERDOTAL Y SEAN, POR SU CONDUCTA, EJEMPLO DE VIDA.

¿es correcto este gesto? Cómo dijo Jason, vamos por partes.

Creo que es gesto puede tener un doble origen:

1.                 Una mala interpretación del texto que está al final del numeral 113 de las Praenotandas del Pontifical Romano (P.R) de la segunda edición típica (que se ubican inmediatamente después de las palabras que hemos citado anteriormente) la cuales dicen: Juntamente con el Obispo, los presbíteros imponen las manos a los candidatos para significar su recepción en el presbiterio.

En este caso hay que aclarar dos términos:

a.                  La imposición de las manos es la que el ministro ordinario de un sacramento hace sobre la cabeza del que recibe el sacramento. Por ejemplo: antes de ungir al enfermo, o dar la absolución u ordenar a un ministro.

b.                  El gesto epiclético es el que acompaña a una oración precisamente epiléptica intra o extra eucarística. Por ejemplo: la epíclesis sobre los dones eucarísticos o la epíclesis que se hace al bendecir el agua de la fuente bautismal:

Por lo tanto, cuando el 113 del P.R habla de imponer las manos, se refiere a lo que el numeral 130 del ritual de ordenación de presbíteros indica: El Obispo impone en silencio las manos sobre la cabeza de los elegidos. Después, de la imposición de las manos del Obispo, todos los presbíteros presentes, vestidos de estola, imponen igualmente las manos sobre cada uno de los elegidos. 

                  Este gesto de los “presbíteros” indica, como lo señalé arriba, la recepción del elegido en el presbiterio, mientras que la imposición de las manos del “obispo conforma la materia del sacramento. Hasta aquí los libros litúrgicos no dicen nada de hacer un gesto epiclético en la plegaria de ordenación. 

2.                  La segunda fuente puede ser el gesto que se hace en la Misa Crismal al momento de consagrar el Crisma: estoy hablando cuando los concelebrantes junto con el obispo extienden sus manos hacia el Crisma para pronunciar la parte esencial de la oración consecratoria. Igual, vamos por pedacitos.

a.                  Los textos para la Misa Crismal son explícitos en las rúbricas para indicar que los presbíteros junto al obispo extiendan la mano al momento de la epíclesis lato sensu que se hace en la oración consecratoria:

              Todos los concelebrantes, en silencio, extienden la mano derecha hacia el crisma, y la mantienen así hasta el final de la oración.

      A la vista de tantas maravillas te pedimos, Señor,
que te dignes que santificar con tu bendición + este óleo,
y que, con la cooperación de Cristo, tu Hijo,
de cuyo nombre le viene a este óleo el nombre de crisma,
le infundas en él la fuerza del Espíritu Santo…

              Esto me indica que el gesto epiclético tiene que estar indicado de manera explícita por las rúbricas. Por ejemplo, eso pasa con la epíclesis en las plegarias eucarísticas, son claras y no dejan lugar a dudas si hacer o no el gesto. 

b.                  Por otra parte, en la plegaria de ordenación de presbiterios no se encuentra por ninguna parte la indicación que el obispo o los presbíteros tengan que hacer un gesto epiclético o una imposición de manos a control remoto (o inalámbrica). No. El ceremonial de los obispos y el Pontifical Romano dice que el obispo “extiende” las manos hasta que acabe la plegaría de ordenación. Veamos:

·                 El 131 del ritual de ordenación dice solamente: Estando todos los elegidos arrodillados ante él, el obispo, sin mitra, con las manos extendidas dice la Plegaria de Ordenación.          

·                 533 del ceremonial de los obispos dice: En seguida el obispo, dejada la mitra, y con las manos extendidas, canta o dice la oración consecratoria (ahora se le llama plagaría de ordenación), mientras los elegidos permanecen ante él de rodillas.

·                 Luego el 534 dice: Concluida la oración consecratoria, el Obispo, se sienta y recibe la mitra.

             Recordemos que las “manos extendidas” es un gesto que acompaña las oraciones presidenciales.

         ¿Dónde está el gesto epiclético? Pues, en ninguna parte.

c.                   Por último, las palabras de la plegaria de ordenación, sobre todo las esenciales (las que indican una epíclesis, pero sin gesto epiclético) son la “forma” del sacramento, por lo tanto, son necesarias para la validez del sacramento.


Conclusión:

        i.            La materia del sacramento del orden es la imposición de las manos del Obispo sobre la cabeza del ordenando.

      ii.            La imposición de las manos de los concelebrantes indican una recepción en el presbiterio.

    iii.            Las dos imposiciones anteriores son las únicas que se hacen dentro del rito de ordenación.

    iv.            La plegaria de ordenación sólo está acompañada por las manos extendidas del Obispo (en lo que gestos se refiere), los presbíteros solamente están junto a él sin hacer más, de tal manera que los fieles puedan observar claramente el momento.

      v.            Imposición de las manos no es lo mismo que gesto epiclético, aunque ambos signos sean similares.

    vi.            La plegaria de ordenación sacerdotal es una oración presidencial, por lo tanto, el gesto que lo acompaña es solamente las “manos extendidas” del presidente, o sea, las del obispo que está ordenando a los elegidos.

  vii.            La sugerencia es no hacer gestos innecesarios dentro de la liturgia, porque no ayudan a captar la verdad del sacramento, más parecen manías que alimentan una errónea percepción psicológica de la eficacia sacramental.  

viii.            En todo caso, si se continúa haciendo el gesto dentro de las ordenaciones sacerdotales, estaríamos hablando nada más de un signo pedagógico para el pueblo fiel, pero no tendría nada que ver con la eficacia del sacramento.


Para terminar, hagamos el ánimo y de qué veamos que hablo en el siguiente video: 



Feliz día, Dios te bendiga. 

P. Judá García 


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