domingo, 31 de mayo de 2020

Domingo de Pentecostés: El Espíritu Santo en medio de la catástrofe


Hch 2, 1-11Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar.

- Sal 103. R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

- 1 Cor 12, 3b-7. 12-13Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo.

- Secuencia. Ven, Espíritu divino.

- Jn 20, 19-23. Como el Padre 


domingo, 17 de mayo de 2020

El Espíritu Santo rompe la lógica del odio y la división



Domingo VI de pascua, ciclo A. 


- Hch 8, 5-8. 14-17. Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
- Sal 65. R. Aclamad al Señor, tierra entera.
- 1 Pe 3, 15-18. Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.
- Jn 14, 15-21. Le pediré al Padre que 
os dé otro Paráclito.


Los grandes problemas que estamos viviendo en nuestro mundo se debe a que pensamos que tenemos enemigos, por eso estamos divididos en bandos. Ese criterio mundano hace daño a todos, pero de manera especial a los más vulnerables. Pensemos en las guerras, en donde todos son perdedores, sin embargo, lo que más sufren son los pobres, entre ellos los niños y las mujeres.

En nuestro país está pasando por esa etapa. Estamos divididos, queriendo resolver problemas sanitarios con decisiones políticas. ¿pero quiénes serán las víctimas de esta actitud diabólica? Serán los pobres, entre ellos los mayores y enfermos. El sistema de salud colapsará, muchos posiblemente moriremos. ¿Qué hay de fondo? Idolatría al poder y al dinero. El que reina es el espíritu del mal, no es Espíritu de Dios. Tenemos que estar preparados, nuestra confianza en el resucitado.

Samaria es el signo de la división hecha por el diablo (espíritu que divide) Judíos y samaritanos eran enemigos. Pero la misión irrumpe con la Palabra y el Espíritu de Dios. El Espíritu Santo es el que une, rompe las barreras, los muros que nos divide. Los apóstoles imponen las manos en señal de ese espíritu que les es transmitido y de adhesión a la santa Iglesia de Dios. Aquí se rompe el paradigma de la división.

Jesús en el Evangelio nos alienta en medio de la aflicción, nos promete que no nos dejará huérfanos, sino que nos dará el paráclito, pero nos invita a la fidelidad y guardar sus mandamientos. ¿Cuál mandamiento? El mandamiento nuevo del amor: ámense como yo los he amado. Este mandamiento va en contra de la lógica del odio y la división, característico del mundo.

San pablo nos pide que glorifiquemos a Cristo en nuestro corazones, y que demos razones de nuestra esperanza, con delicadeza y respeto. Esto para que queden en ridículo quienes nos atacan. O mejor dicho, para vencer el mal a fuerza de bien.

La palabra de Dios nos invita a que rompamos las divisiones y los odios motivados por el amor y fidelidad a Cristo, pero no significa quedarnos callados ante el mal en el mundo, sino a ver, juzgar y actuar a la luz de la fe. Nuestra actitud siempre debe ser con respeto y delicadeza.

Es momento que dejemos las divisiones y los odios, unirnos contra el verdadero mal, que es el pecado y sus consecuencias. Morir de hambre o de enfermedades previsibles no es algo natural ni querido por Dios. ¿Cuál es la solución? La solidaridad: los más fuertes ayudan a los más débiles; y subsidiariedad, el gobierno que deja que los autosuficiente salgan a adelante, pero ayuda a los que no pueden salir por sí solos.

Que Dios te bendiga.

martes, 12 de mayo de 2020

El día que un nadador se salvó por Intercesión de la Virgen


Un día un joven nadador decide hacer su rutina de entrenamiento, por lo que se introdujo al mar para nadar un par de kilómetros. A medio entrenamiento lo atacó un espasmo muscular en toda su pierna; a parte de esa dificultad se vio atrapado en una corriente marina.

Esto significaba una sola cosa: muerte segura; sin embargo, a media dificultad se acordó de la Madre de Dios, pidiéndole de corazón: ¡sálvame, Virgen María! Inmediatamente el agua cesó en su ira, el espasmo desapareció repentinamente y las misma olas le han sacado hasta la playa. Al salir, cae postrado de rodillas, agitado y casado obviamente. 

De pronto, pone su mirada en la arena, nota una cosa pequeña de metal, la toma en su mano y resulta ser una Medalla Milagrosa. Inmediatamente entendió que fue un milagro de nuestra madre celestial, a la que le prometió perenne devoción. A poco años nace su segundo hijo, decidiendo consagrarlo a la Virgen, asentando al muchacho simbólicamente el 13 de mayo de ese año, no el día verdadero de su nacimiento. 

Él sostenía que lo hizo por consagrar a su hijo a la Madre de Dios en acción de gracias del milagro acaecido anteriormente.

 ¿Cómo sé de ese testimonio? Pues él mismo me lo dijo, ese hombre es mi padre. Por esa razón mi cumpleaños legal es el día de la virgen de Fátima. Que Santa María interceda por nosotros.

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh, Virgen gloriosa y bendita!
Amén. 

domingo, 10 de mayo de 2020

En medio de la crisis dice Jesús: "no pierdan la paz"


Hoy es gran día para nosotros en El salvador, celebramos el día de la Madre. Traigamos pues a nuestro oración dominical esa intención especial. Que bendiga a las que están con nosotros en este peregrinar; que conceda descanso eterno a las que ya partieron. Siempre hay una razón para tenerlas presente en el corazón. Es tan hermoso el don de tener madre, que el mismo Dios quiso tener una, quien también es nuestra madre del cielo. Encomendémonos a su intercesión, ella nos pregunta: ¿por qué tienes miedo? ¿acaso no soy yo tu madre? Son palabras realmente reconfortantes en estos tiempos de Pandemia.

Hemos estado viendo en las últimas semanas muchos avatares históricos en el mundo, un tanto confusos, no hay una sintonía en las comunicaciones, parece que no hay una sola visión de las cosas. ¿Quién dice la verdad? Ya no digamos la ola de tertulianos que les gusta hablar de lo que no saben. En particular nos llama la atención el pecado de la corrupción que se ha institucionalizado en las estructuras políticas y económicas, puedo hacer un resumen: “está claro que la persona humana no está en el centro”. Esto significa que su dignidad puede ser pisoteada fácilmente si los intereses del poder se ven amenazados. Los pobres luchan contra el “Virus” del Covid 19, pero también contra el virus del neoliberalismo que los amenaza igualmente a la muerte. Da escalofríos pensar que esto muchos lo han vivido años atrás solamente en la teoría, pero en estos tiempos de crisis se ha vuelto diáfano, está claro que la vida de los pobres solo se ve desde una perspectiva fría, son un número nada más. También se ha dejado claro el dilema entre lo moralmente ilegal y lo legalmente inmoral, (legalismo), que no tiene nada que ver con la legalidad. El hombre legal actúa según la ley, debe ser así, pero el fin es el bien común. El legalista es el manipula ley, sin considerar las circunstancias, pero si sus interés, en detrimento del bien común. Ese es El Salvador.

Pero en la Palabra de Dios que ilumina la realidad histórica, Jesús nos dice: “no pierdan la paz”, una petición hecha en medio de la crisis de la corrupción que mató a Jesús. Es difícil pedir paz a alguien en crisis, pero no es señal de impotencia, sino de esperanza. No habla de la paz humana calculada firmada en un papel, o de pactos o treguas oscuras. Está hablando del Shalom mesiánico[1], que significa muchas cosas: gozo, unidad, plenitud, salud, prosperidad. Una bendición total: la sanación de la persona completa.

Jesús nos dice que no perdamos ese hermoso don que es él mismo, Jesús es nuestra paz  (Ef 2, 14; Jn 14, 27; Lc 24, 36; Rom 14, 27) Notemos que es la última palabra que Jesús les dice antes de la cruz, y es la primera que dice después de la resurrección.

¿qué motivos nos da para no perder la paz?

-         En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.

-         Yo soy el camino, la verdad y la vida

-         Quien me ve a mí, ve al Padre.

Lo primero es la visón trascendente de la vida. Una manera sencilla, pero profunda es creen en verdad en la vida eterna, una vida más alla de la muerte, que hace que pensemos que somos peregrinos en este mundo. Es importante porque con esto la vida y la muerte se relativiza, lo efímero deja de ser absoluto, y lo eterno deja de ser relativo.

Pero pensar en la vida eterna no es una invitación a desatender la historia, hay una camino que recorrer, esto nos lo recuerda la segunda lectura de hoy: Acérquense al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres. Este “acercarse” no es físico, sino espiritual, pero que implica a la persona total, implica un volver a Jesús, pero con una mente y corazón diferente. Encontrarnos con el resucitado. Llegar a Jesús es llegar al Padre, de hecho es la única manera de poderlo hacer.

Pero la fe no es lago individual solamente, se nos recuerda que somos piedras vivas que edifican a la Iglesia. Cada uno es una piedra importante, pero debemos estar fundados en la piedra angular que es Jesucristo.

Si queremos una sociedad nueva, se necesitan personas nuevas. Porque ya puede haber reformas, leyes, gobiernos, “constitución”, pero si no hay un corazón convertido al Señor, no cambiarán las estructuras, no va a desaparecer la corrupción, incluso esto va para los que estamos en todos los estratos de la Iglesia; sin embargo, estamos llamados a ser agentes activos de transformación, debemos ser buscadores de la verdad y luchadores de la justicia.

Los caminos concretos es trabajo de los peritos, pero los principios morales aplicados a la realidades es de los que formamos esas estructuras.

sábado, 9 de mayo de 2020

CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DE LAS LEYES, SEGÚN SANTO TOMÁS DE AQUINO


San Óscar Romero decía el 27 de noviembre de 1977:

Ha llenado los comentarios de toda clase de gente, estos últimos días, la publicación de la Ley de Orden Público. 

No soy experto en leyes, no soy abogado pero yo invito a los abogados que hagan honor a sus conocimientos jurídicos y den su juicio también sobre la Ley, porque las leyes, yo como Pastor, quiero iluminar una doctrina clásica, teológica de lo que debe ser una Ley. Yo, pues, no me meto en la técnica jurídica, aunque he oído algunos abogados encontrar pecados jurídicos en esa Ley, toca a los abogados hacer honor a su profesión y ver si se nos ha dado una verdadera ley técnica o no. Pero desde el punto de vista teológico, sacerdotal, iluminador de la Palabra de Dios, si tengo el derecho y el deber de iluminar este acontecimiento de nuestra Patria.

 Y voy a sacar una página de nuestro máximo teólogo, Santo Tomás de Aquino, en su Prima Secunda. La Suma Teológica de Santo Tomás tiene una parte que se llama Primera de la Segunda Parte, «prima secunde», la cuestión 90 estudia la ley y la define así: «Ley es una prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquel que tiene cuidado de la comunidad». 

Es breve y aquí encontramos cuatro elementos de la verdadera Ley. Prescripción de la razón, «ordinatio rationis» quiere decir que no debe ser fruto de la arbitrariedad o del capricho. Ya los paganos distinguían este elemento racional de la ley, del elemento caprichoso del dictador que dice el famoso dicho: «sic volo, sic juveo, sic pro ratione voluntas», quiere decir «así lo ordeno, así lo quiero, por única razón sea que así lo quiero». Esto no es racional. El hombre se rige por la razón, no por la arbitrariedad y el capricho. Por eso la primera característica de una ley tiene que ser racional, ordenación de la razón.

Segundo, encaminada a conseguir un auténtico bien común. No es el provecho de un gobernante o de un grupo privilegiado el que arranca una Ley para seguir oprimiendo, reprimiendo, sino que tiene que ser el bien   común el que se busca, que todos vean en esa ley que se ha procurado la felicidad, el bien, la libertad, la dignidad de todos los hombres: ricos y pobres.

Tercer elemento, «dictada por aquel que tiene cuidado de la comunidad». O sea que el que dicta la Ley, tiene que sentirse mandatario de la comunidad, ya que la comunidad entera no puede darse las leyes sino que nombra un representante, una Asamblea Legislativa; esos legisladores, esos gobernantes, tienen que sentirse eco de la comunidad porque sólo si es eco de la comunidad tiene fuerza de Ley.

Y por último, cuarto elemento, que «sea promulgada». La ley es una medida y la medida sólo tiene eficacia cuando se aplica al objeto que se mide. Por eso si la Ley es para el bien de una sociedad, tiene que promulgarse, darse a esa comunidad que la conozca, que la analice, que la acepte y entonces es Ley. Sólo entonces puede decirse que una Ley dada por los hombres es reflejo de la Ley Natural, y sólo la Ley Natural es fuente de toda Ley.
Por eso San Agustín en otro artículo dice esto: «La ley que no es justa, no debe llamarse ley. La fuerza de la ley depende del nivel de su justicia y tratándose de cosas humanas, su justicia está en proporción con su conformidad a la norma de la razón. Pues bien, la primera norma de la razón es la Ley Natural, por consiguiente, toda ley humana tendrá carácter de ley en la medida en que se derive de la Ley de la Naturaleza. Y si se aparta de un punto de la Ley Natural, ya no será ley sino corrupción de la Ley». La ley natural, la que llevamos escrita en el corazón, nos dicta muchos derechos, por ejemplo: derechos de agrupación, derecho a la libertad, derecho a defendernos en juicio, derecho a no ser torturado para que le saquen la «verdad». Si todas estas leyes naturales quedan pisoteadas por una pseudo-ley, Santo Tomás dice claramente: «No será ley sino corrupción de la ley».

CUATRO FUNCIONES DE LA LEY

Santo Tomás analiza también cuáles son los cuatro actos de la ley. En función a los actos humanos que son su objeto, regular los actos humanos de una sociedad:
primero dice: «Mandar los actos virtuosos»; 
2.º) Prohibir los actos pecaminosos; 
3.º) Permitir los actos indiferentes; 
y 4.º) Castigar para inducir a la obediencia de una ley justa. 

Estamos de acuerdo entonces que una ley estimule la virtud, prohíba las injusticias de todos. Hemos dicho muchas veces que existe en Latinoamérica una injusticia que ya se hizo institución y si una ley no tiene en cuenta esa injusticia que hay que ordenar, es injusta. No debe de ser el eco de esa clase que está instituyendo una opresión, sino que tiene que ser también el eco de esa clase que está recibiendo la represión, la opresión. Sólo entonces, cuando premie lo bueno de los de arriba y de los de abajo y cuando castigue lo malo de los de abajo y de los de arriba, sólo entonces será Ley Justa.

sábado, 2 de mayo de 2020

Mundo Paranormal o sobrenatural

La inmensa mayoría ha experimentado más de alguna vez cosas raras que pasan. Estoy hablando de lo que llamamos mundo paranormal, lo que popularmente se conoce como sustos, burletas, apariciones, ver a los muertos., Etc. Alrededor de esta realidad hay una gran ficción por parte del mundo del cine e idiosincrasia por parte de la cultura de cada uno de nuestro pueblos.  Otros, queriendo parecer valientes o intelectuales, como si no creer les aumenta su CI, dicen no creer. Claro, ante todas estas opiniones es difícil llegar a la verdad. 

Por ejemplo. Tengo un amigo que en el aniversario de la muerte de su papá suceden cosas fuera de lo normal: golpes, pasos, olores. Etc., esto ha sucedido por más de 40 años. O del otro, que recién muerta su abuela percibía olores de cremas para la piel que en vida usaba ella. O la de otra conocida, que el dia del novenario de su madre trataban de abrir la puerta de su habitación. O la del muchacho que se aseguraba todas las noches de cerrar bien su habitación, sin embargo, amanecía la puerta abierta. y así puedo mencionar un sin fin de casos. 

Bueno, hablaré desde mi condición de creyente:

La Revelación de Dios nos ha transmitido un conocimiento limitado sobre el mundo sobrenatural, pero en realidad hay muchas cosas que desconocemos, que no son necesarias para la salvación (Jn 20, 31). Entonces surge la pregunta  ¿De que podemos estar seguros? una respuesta sencilla, de las postrimerías o novísimos. ¿que no tienes idea de lo que te hablo? no me extraña, parece que estos temas ya no son materia de la predicación, pero siguen siendo una realidad latente. pues hablo de las siguientes cosas: 

a) La muerte: dice el catecismo, 1007: La muerte es el final de la vida terrena. Nuestras vidas están medidas por el tiempo, en el curso del cual cambiamos, envejecemos y como en todos los seres vivos de la tierra, al final aparece la muerte como terminación normal de la vida. Este aspecto de la muerte da urgencia a nuestras vidas: el recuerdo de nuestra mortalidad sirve también para hacernos pensar que no contamos más que con un tiempo limitado para llevar a término nuestra vida«Acuérdate de tu Creador en tus días mozos [...], mientras no vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio» (Qo 12, 1. 7).

b) El Juicio personal: dice el catecismo 1022 que Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación (cf. Concilio de Lyon II: DS 856; Concilio de Florencia: DS 1304; Concilio de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Concilio de Lyon II: DS 857; Juan XXII: DS 991; Benedicto XII: DS 1000-1001; Concilio de Florencia: DS 1305), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Concilio de Lyon II: DS 858; Benedicto XII: DS 1002; Concilio de Florencia: DS 1306). 

c) Cielo: dice el catecismo 1025 que Vivir en el cielo es "estar con Cristo" (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17). Los elegidos viven "en Él", aún más, tienen allí, o mejor, encuentran allí su verdadera identidad, su propio nombre (cf. Ap 2, 17): «Pues la vida es estar con Cristo; donde está Cristo, allí está la vida, allí está el reino» (San Ambrosio, Expositio evangelii secundum Lucam 10,121).

d) El purgatorio: el catecismo 1030-1031 dice que los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo. La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. 

e)El Infierno: El catecismo dice 1035 dice que la enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego eterno" (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002; 1351; 1575; Credo del Pueblo de Dios, 12). 

f) El Juicio Final: el Catecismo 1038 dice que la resurrección de todos los muertos, "de los justos y de los pecadores" (Hch 24, 15), precederá al Juicio final. Esta será "la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz [...] y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5, 28-29). Entonces, Cristo vendrá "en su gloria acompañado de todos sus ángeles [...] Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda [...] E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna." (Mt 25, 31. 32. 46).

Esto está claro como el agua. Ahora bien, por norma general sabemos que de la muerte no se puede regresar a este mundo, ningún ser humano se puede manifestar a otros que aún viven. "Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio. (Heb 9, 27)

No obstante, hay que dar una respuesta a los fenómenos que no podemos explicar. 

Bueno, hay que empezar diciendo que la mayoría de fenómenos "raros" tienen una explicación lógica y natural. Lo que pasa es que desconocemos la leyes de la física o los trastornos psicológicos, es decir, ser racional debe ser nuestra primera opción. Esto no significa que seamos del caso que dijimos al principio, de los que se creen inteligente, pero tampoco podemos caer en el extremos de los ingenuos. 

Pensemos en el trastorno de la parálisis del sueño que me hace tener experiencias verdaderamente espeluznantes, sin embargo todo es una proyección de la mente. O el fenómeno de la pareidolia, que me hace asociar ciertas cosas con figuras humanas . Ya no digamos la superstición, fenómeno sociológico que me hace darle a los sueños una credibilidad indebida. Esto significa que la mente nos engaña, muchas sos tretas suyas, que no tienen nada que ver con la realidad. Todo tiene una explicación sicológica. 

Sin embargo, hay situaciones verdaderamente inexplicables, que pertenecen al mundo sobrenatural o espiritual; pero cuidado, debemos ser muy prudentes al respecto. 

Primero, un alma puede manifestarse con un permiso extraordinario de parte de Dios, pero no será para asustar o dar revelaciones inéditas a alguien en específico, SINO PARA PEDIR ORACIÓN PARA LA PRONTA PURIFICACIÓN. Este punto lo han experimentado algunos santos, por ejemplo San Pío de Pietrelcina o Santa Perpetua o don Bosco que tuvieron contacto con el más alla, pero ello no buscaron esa experiencia.

Buscar contacto con el más allá, lo que se llama la nigromancia es pecado: Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería. Tampoco habrá ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos. Porque todo el que practica estas cosas es abominable al Señor, tu Dios, y por causa de estas abominaciones, él desposeerá a esos pueblos delante de ti (Dt 18, 10-12)

Segundo, hay manifestaciones que provienen de maligno, sobre todo para hostigar: tentación, obseción, infestación, vejación o posesión. con estos fenómenos no se juega, se ora. A esto se puede llegar cuando nosotros jugamos con cosas oscuras, podemos quedar afectados por el maligno. Luego, a veces a sucedido que algunos de estas cosas les pasan a gente muy santa. Por ejemplo, san Juan MAría Vianney que era vejado constantemente por el demonio. 

En fin, vivamos santamente nuestra vida natural, sin sobresaltos, todo el tiempo el consejo de san Benito: ora y trabaja. 

Que Dios Dios te bendiga. 
    

DIRECTORIO HOMILÉTICO: Ap. I. La homilía y el Catecismo de la Iglesia Católica. Ciclo C. Cuarto domingo de Adviento.

96. Con el IV domingo de Adviento, la Navidad está ya muy próxima. La atmósfera de la Liturgia, desde los reclamos corales a la conversión, ...