martes, 12 de noviembre de 2019

¿Tu noviazgo es verdadero y santo?

No es raro que los adolescentes, incluso gente mayor, presenten a alguien que resulta especial en su vida, a quien le denominan: mi novio (a); no obstante el noviazgo es una realidad que se ha falsificado en nuestros días, la confundimos con cualquier relación “amistosa” o “amorosa” o “libidinosa”.

Aclaremos los conceptos. La palabra novio (a) según la RAE proviene del latín “novius, de novus = nuevo”, significa que es la persona que mantiene relaciones amorosas con otra con fines matrimoniales o la persona que va a casarse o acaba de casarse. Bueno, como cristianos católicos debemos que entender técnicamente un par de ideas:

Cuando se utiliza la palabra persona que...con otra…se entiende hombre y mujer, así lo dice la Sagrada Escritura: hombre y mujer los creó (gen 1, 27). El problema es que se ha difundido una antropología neutra, contraria totalmente a la fe y la razón. Además, no solo es un dato de la fe, sino de la ciencia. 

Podrías preguntarte ¿Dónde está escrito eso, aparte de la biblia? Pues en un libro que llevas en tu ser, se llama ADN, es decir, en tu mapa genético está escrito si eres hombre y mujer. El proyecto de Dios es que estos se unan en matrimonio y formen una familia, ese el plan original.

Cuando dice que mantiene relaciones amorosas no debemos pensar que se habla de las relaciones sexuales prematrimoniales o de los encuentros cariñosamente libidinosos. Digamos un rotundo no. A esto llamémosle por su nombre: fornicación, adulterio o actos impuros. Las relaciones sexuales, las caricias y los besos están reservados para los casados y tienen una finalidad unitiva y procreativa, jamás pueden estar fuera del marco del amor y de la vida, no hay cabida para el egoísmo.

 ¿Te suena aburrido o retrógrado? diré algo con mucho respeto: pregúntale a una adolescente embarazada, o los que tienen ETS (Enfermedades de Transmisión sexual) o los adictos al sexo, si su condición estaba en el plan de Dios, me refiero a los que practicaron el sexo de manera voluntaria y libre, no a los que han sufrido vejaciones. Sabes, lo que pasa es que para muchos el amor está al servicio del sexo, cuando el sexo debería estar al servicio del amor.

Con fines matrimoniales. Este es el meollo del asunto. La finalidad de esa relación especial entre un hombre y una mujer es el matrimonio, en el caso de los católicos hablamos matrimonio por la Iglesia, en donde pasan a ser una comunidad de vida y amor, en donde hay verdadera entrega total del uno para el otro, en donde se unen para siempre de cara a Dios. 

Conclusión:

Si tienes una relación amorosa con otra persona, pero no está en tus planes casarte, no es un noviazgo. 

Me puedes decir: no pienso casarme ahora, pero tal vez después, pero el punto no es tener novio (a) para ver si te casas, sino, a ver si te casas para poder tener un novio (a). 

No digo que te cases con esa persona, porque ese tiempo es para conocerse bien, en donde ves si te conviene o no esa persona.

Si estas teniendo relaciones sexuales con esa persona, no estás en un noviazgo, sino en una situación grave de pecado. Punto.

Los noviazgos ideales deberían comenzar a los 25 años, cuando las personas ya están maduras. ¿y antes? ¡Disfruta la vida, caramba! Llegará el momento que te cases y la vida cambiará para siempre.

Si quieres un matrimonio santo, ten un noviazgo santo.

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