miércoles, 13 de noviembre de 2019

¿Sabes qué es el pudor?


Me llamó la atención un meme que vi hace un poco, su mensaje era el siguiente: “el problema no es la falda, sino tu mente retorcida”. 

Antes que todo, condeno cualquier tipo de actitud abusiva, depravada y atrevida contra las mujeres, no quiero que se piense lo contrario. Sin embargo, en nuestra experiencia de confesor y director espiritual, podemos decir con certeza que esa afirmación es una verdad a medias, porque de alguna manera nadie tiene un mente full healthy, porque nuestra naturaleza herida por el pecado original (concupiscencia) no lo permite, por tanto, quien lo diga no es honesto del todo, porque siempre se puede sucumbir a la tentación de la crítica o de los malos pensamientos. pero eso no es mi punto.

Por otro lado, no es cierto que las personas puedan vestir como quieran, porque la libertad se mueve en el marco de las virtudes y derechos, lo que quiere decir que si nuestros actos transgreden los derechos de los demás o fomentan los defectos o los excesos, atentamos contra el bien común, dejamos de ser libres.

En esta línea, quiero escribir una pocas líneas sobre el pudor: nos referimos a la virtud de la honestidad, modestia y recato para cuidar la intimidad de si mismo.

El defecto con respecto a esta virtud es el impudor, o sea, falta de recato y vergüenza en evidenciar la intimidad de cada uno o de terceras personas; por ejemplo, la pornografía o el erotismo. En el otro extremo tenemos la exceso, hablamos del puritanismo hipócrita, o sea la excesiva escrupulosidad en el proceder; este tipo de actitud ve pecado en todo y condena todo.

El pudor quiere proteger la intimidad de cada uno, pero también el bien de los demás. Recordemos lo que dice Gal 5, 19-20: Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje,  idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios. 


Ahora bien, el pudor no es absoluto en  mismo en el campo ético o moral, sino relativo, porque en realidad está al servicio del amor, virtud que si es absoluta para el cristiano. En otras palabras, por amor evitemos hacer pecar a otros, y guardemos nuestra intimidad para salvaguardar, por amor a si mismo, nuestra propia dignidad. y , como buen consejo, tampoco andemos juzgando a nadie como viste. 


martes, 12 de noviembre de 2019

¿Tu noviazgo es verdadero y santo?

No es raro que los adolescentes, incluso gente mayor, presenten a alguien que resulta especial en su vida, a quien le denominan: mi novio (a); no obstante el noviazgo es una realidad que se ha falsificado en nuestros días, la confundimos con cualquier relación “amistosa” o “amorosa” o “libidinosa”.

Aclaremos los conceptos. La palabra novio (a) según la RAE proviene del latín “novius, de novus = nuevo”, significa que es la persona que mantiene relaciones amorosas con otra con fines matrimoniales o la persona que va a casarse o acaba de casarse. Bueno, como cristianos católicos debemos que entender técnicamente un par de ideas:

Cuando se utiliza la palabra persona que...con otra…se entiende hombre y mujer, así lo dice la Sagrada Escritura: hombre y mujer los creó (gen 1, 27). El problema es que se ha difundido una antropología neutra, contraria totalmente a la fe y la razón. Además, no solo es un dato de la fe, sino de la ciencia. 

Podrías preguntarte ¿Dónde está escrito eso, aparte de la biblia? Pues en un libro que llevas en tu ser, se llama ADN, es decir, en tu mapa genético está escrito si eres hombre y mujer. El proyecto de Dios es que estos se unan en matrimonio y formen una familia, ese el plan original.

Cuando dice que mantiene relaciones amorosas no debemos pensar que se habla de las relaciones sexuales prematrimoniales o de los encuentros cariñosamente libidinosos. Digamos un rotundo no. A esto llamémosle por su nombre: fornicación, adulterio o actos impuros. Las relaciones sexuales, las caricias y los besos están reservados para los casados y tienen una finalidad unitiva y procreativa, jamás pueden estar fuera del marco del amor y de la vida, no hay cabida para el egoísmo.

 ¿Te suena aburrido o retrógrado? diré algo con mucho respeto: pregúntale a una adolescente embarazada, o los que tienen ETS (Enfermedades de Transmisión sexual) o los adictos al sexo, si su condición estaba en el plan de Dios, me refiero a los que practicaron el sexo de manera voluntaria y libre, no a los que han sufrido vejaciones. Sabes, lo que pasa es que para muchos el amor está al servicio del sexo, cuando el sexo debería estar al servicio del amor.

Con fines matrimoniales. Este es el meollo del asunto. La finalidad de esa relación especial entre un hombre y una mujer es el matrimonio, en el caso de los católicos hablamos matrimonio por la Iglesia, en donde pasan a ser una comunidad de vida y amor, en donde hay verdadera entrega total del uno para el otro, en donde se unen para siempre de cara a Dios. 

Conclusión:

Si tienes una relación amorosa con otra persona, pero no está en tus planes casarte, no es un noviazgo. 

Me puedes decir: no pienso casarme ahora, pero tal vez después, pero el punto no es tener novio (a) para ver si te casas, sino, a ver si te casas para poder tener un novio (a). 

No digo que te cases con esa persona, porque ese tiempo es para conocerse bien, en donde ves si te conviene o no esa persona.

Si estas teniendo relaciones sexuales con esa persona, no estás en un noviazgo, sino en una situación grave de pecado. Punto.

Los noviazgos ideales deberían comenzar a los 25 años, cuando las personas ya están maduras. ¿y antes? ¡Disfruta la vida, caramba! Llegará el momento que te cases y la vida cambiará para siempre.

Si quieres un matrimonio santo, ten un noviazgo santo.

viernes, 8 de noviembre de 2019

¿Los 10 mandamiento en las redes sociales?


La gran tentación del día de hoy: caras vemos, redes no sabemos. La siguiente reflexión son consejitos de vida eterna:

1.      Amarás a Dios sobre todas las cosas:

ü  Las redes sociales y en general el internet no pueden quitarle el lugar o el tiempo a Dios.
ü  No deben servirte para buscar ciencias oscuras, hechicería, tarot, guija, pactos etc.
ü  Debes evitar toda clase de publicidad religiosa que esté en contra de la fe, puedes confundirte y llevarte a graves pecados como la herejía, el cisma o la apostasía.

2.      No tomarás el Nombre de Dios en vano:

ü  No puedes usar las redes para blasfemar, burlarte de las personas o cosas santas.
ü  Tampoco puedes consentir, compartir y difundir el pecado de la blasfemia.
ü  Alejate de los lugares tóxicos donde se insulte a Dios, la Iglesia y los santos.

3.      Santificarás las fiestas:

ü  No puedes descuidar el domingo y las fiestas de guardar por estar colgado en las redes.
 De hecho, las redes y el internet son la mejor prueba que si tienes tiempo de sobra, no hay pretextos para faltar a misa.

4.      Honrarás a tu padre y a tu madre.

ü   No puedes ignorar, pelear, insultar u odiar a tus padres a causa de las redes o el internet
ü  Tampoco se vale ignorar o no tener a tus padres, no te puedes avergonzar de ellos en tus redes sociales.

5.       No matarás:

ü  No puedes dañar la integridad de nadie a través de las redes.
ü  No puedes promover la cultura de la muerte: aborto, eutanasia, cultura del descarte
ü   No puedes hacer apología del delito o del pecado.

6.      No cometerás actos impuros:

ü   No hay que usar o promover en el internet la pornografía, el adulterio o la fornicación (virtual/ciber sexo).
ü   También evitar la ciber-infidelidad
ü  Tampoco usar las redes para actos impuros

7.      No robarás:

ü No puedes usar las redes para robar, estafar, extorsionar, chantajear al prójimo.

8.      No dirás falso testimonio ni mentirás:

ü  No puede mentir: usar información, perfiles, historias, publicaciones, noticias falsas
ü  No puedes levantar falsos testimonios: chismes, chambres, difamación etc.

9.        No consentirás pensamientos ni deseos impuros:

ü   Guardaras tu vista, no desearas a la mujer u hombre de tu prójimo, evitarás las obscenidades u otro tipo de cosas que te lleve a los pensamientos impuros.

10.         No codiciarás los bienes ajenos:

ü  No tienes por qué codiciar historias, publicaciones, noticias ajenas.

¿Qué consejos agregarías tú? 

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jueves, 7 de noviembre de 2019

¿Es posible un Rito Amazónico?


En el recién pasado sínodo para la Amazonia se ha propuesto crear un rito litúrgico para ese lugar geográfico en concreto. Al respecto daré mi opinión, sin la intención de entrar en controversia con nadie, sino para ayudar de algún modo a los que se puedan encontrar confundidos.

Primero, no hay que confundir ritos litúrgicos con Rito. El Rito es una tradición teológica, litúrgica y cultural que describe el patrimonio apostólico de una Iglesia en particular, mientras que los ritos litúrgicos son la manera como esa iglesia celebra la Sagrada Liturgia, es decir, es solamente una minima parte de lo que es el Rito en su totalidad. 

Segundo, para que el Rito sea lo que es debe cumplir con tres requisitos: que tenga origen apostólico (apostolicidad), que lo hayan usado las comunidades cristianas de los primeros siete siglo de la Iglesia (uso litúrgico) y que no haya usos que contradigan la fe (fidelidad).  Estos requisitos se aplican al Credo y las Sagradas Escrituras (Biblia). Por eso la liturgia puede ser un lugar teológico, porque allí se manifiesta la fe apostólica, la liturgia es autoridad.

Tercero, decir puede existir un nuevo Rito (amazónico) hecho de la nada y que se agregaría a los 23 Ritos ya existentes, equivale a decir que hagamos un nuevo libro bíblico que se añadiría a los 73 que ya existen; o que hagamos un nuevo artículo del Credo que se va a añadiría a los que ya existen.  Simplemente no se puede confeccionar uno nuevo stricto sensu, porque no tiene origen apostólico, ni representa el patrimonio de una iglesia apostólica

Cuarto, ¿está todo posibilidad cerrada? Pues no, al contrario, démonos cuenta de que a partir de la reforma postconciliar el Rito Romano se puede inculturar. Son las conferencias episcopales las responsables de hacer ese trabajo y no lo hacen. Ya existen traducciones de los libros litúrgicos a la lengua vernácula o cantos litúrgicos propios de algunas regiones, ornamentos, disciplinas particulares, Etc., pero no es suficiente. Así como se ha hecho con la biblia, que ha sido traducida a la lengua de los pueblos.

Por otra parte, un ejemplo de un trabajo bien hecho es en Zaire (El Congo) existe el Rito Romano de uso zairiano (Congoleño), aprobado en la década de los ochenta (30 de abril de 1988) por el Vaticano, en donde se ha conservado la tradición del Rito Romano, pero se han añadido gestos y ritos propios de la cultura del Zaire. ¿Por qué no hacer un Rito Romano de uso Amazónico? Esto es lo posible, no el hacer algo nuevo de la nada, sino a partir de lo que ya existe.

Al final creo otra cosa. La liturgia tiene una prioridad ontológica dentro de la pastoral, pero no cronológica. Lo que hay que hacer primero es anunciar a Jesucristo, no podemos renunciar a eso, sin esa misión evangelizadora no hay acceso a la Divina Liturgia y ni a los sacramentos. 

Por cierto, para evangelizar y mantener la fe no se han necesitado “estrictamente” sacerdotes, pues, por mucho tiempo (siglos) han sido los laicos dentro de las comunidades y familias las que han mantenido la fe. No vengan hoy a decir que es urgente ordenar hombres casados y ordenar mujeres diaconisa, eso es una falacia. No hay falta de vocacionados, sino de promoción vocacional, faltan de llamantes.

Bueno, quedamos a la espera de lo que dice la Congregación para el Culto Divino y disciplina de los sacramentos.

martes, 10 de septiembre de 2019

¿Alma y espíritu son lo mismo?



Esta pregunta me la han hecho muchas veces, pero por más que lo explico siento que no me logran entender del todo.

En el fondo del problema está la mentalidad dualista occidental, la que nos hace pensar en ideas claras y distintas y en coordenadas antropológicas neoplatónicas.

Digámoslo en lenguaje coloquial: el hombre es un tipo de recipiente en donde ponemos un par de ingredientes, materia, por un lado, alma, por otro lado, y ya está, no pasa nada, taran…sale un ser humano.

Pero el Apóstol nos viene a complicar las cosas en 1 Ts 5, 23: Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.

Hombre, el problema ya está hecho. ¿entonces, “espíritu” añade, a parte del alma, un segundo principio espiritual al hombre?

Bueno, digamos la respuesta de una vez: no. Lo dice de esta manera el catecismo 367:

A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así san Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu [...], el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma (Concilio de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (Concilio Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).

Ahora explicamos. La biblia tiene una concepción unitaria del hombre, no hay visiones metafísicas griegas, por lo tanto, no existe el dualismo neoplatónico ni aristotélico. Cuando quiere remarcar una parte o dimensión del ser humano usa determinadas palabras, por ejemplo: Nefesh y Ruah.

Nefesh es la palabra hebrea que más se acerca al termino griego alma. La Nefesh significa nariz, y tiene que ver con el hombre en cuanto es un ser vivo que debe su existencia a Dios y que está destinado a relacionarse con la demás creación.

Ruah, que significa viento, es la palabra hebrea que más se acerca a la palabra espíritu, y habla de hombre en cuanto la imagen más elevada de la fuerza creadora de Dios, lo más espiritual del ser humano. Igualmente, describe la naturaleza total ser humano, no solamente una parte de él.

En otras palabras, Nefesh y Ruah describen la proximidad del hombre con Dios, la condición espiritual de imagen y semejanza con Dios.

Cuando san pablo usa la palabra “alma” se refiere a lo que los seres humanos somos y tenemos por naturaleza desde la creación: un alma; por ejemplo, para san Pablo, lo que viven apegados a la cosas de este mundo son solamente cuerpo y alma (psiquikoi).

Pero cuando usa la palabra “espíritu”, se está refiriendo a la acción de la redención en los hombres, es decir, tenemos espíritu cuando se ha restablecido la amistad con Dios, gracias a Misterio Pascual: a la cruz de Cristo y la efusión del Espíritu Santo. Esto recuerda a los cristianos que son redimidos, por tanto, templos del espíritu santo. San Pablo llama a éstos “pneumatikoi”

En resumen:

El ser humano es cuerpo, alma y espíritu. Cuerpo remarca la condición limitada del ser humano; el alma indica la naturaleza espiritual del hombre, el proyecto de Dios desde el principio de la creación; y espíritu, significa el destino sobrenatural de los hombres, marcado desde la creación, pero cumplido en la redención.


Dios te bendiga hermano.

Fuentes-Créditos:




martes, 19 de febrero de 2019

EL PODEROSO CARDENAL VS EL POBRE POETA


Al comenzar mi reflexión rezo un “yo confieso”, porque no se trata de señalar o juzgar a alguien en concreto, sino leer los signos de los tiempos, pues, la Iglesia como Cuerpo de Cristo en la historia debe estar en continuo discernimiento, inspirada y guiada por el Espíritu Santo.

En lo personal, creo que el Papa Francisco al canonizar a Monseñor Romero tiene claro un mensaje para toda la Iglesia, tanto clero y laicos: una Iglesia pobre para los pobres.

En esta línea me llama la atención fuertemente dos noticias que han impactado al mundo católico en menos de una semana: la expulsión del estado clerical de un cardenal muy poderoso de USA y la absolución de la pena de suspensión que tenía el p. Ernesto Cardenal.  Pero ¿qué relación pueden tener estos dos clérigos? podría decir alguno. Bueno, en primer lugar son contemporáneos, pero  están ubicados geográfica e ideológicamente en dos extremos irreconciliables: uno estuvo en medio de la superficialidad, la opulencia y el poderío; el otro en medio de la miseria, la injusticia  y la opresión; uno a favor de una Iglesia sociedad perfecta, jerárquica y piramidal, en donde los primeros son los clérigos y en donde los laicos sólo están para rezar, obedecer y pagar; el otro a favor de una Iglesia que tenía que despojarse de todo formalismo y volcarse a la inmensa mayoría de empobrecidos; uno premiado y promovido por la Iglesia; el otro castigado por 35 años.  

En Mc 8, 15 Jesús advierte que tengamos cuidado con la levadura de los fariseos y de la de Herodes, esto se refiere a la hipocresía, falsedad y superficialidad.

Aplicando esa lectura a este caso, pienso en lo siguiente: El tiempo nos ha demostrado que una Iglesia que vive en la opulencia y el poderío ´puede llevar fácilmente a la corrupción, que no es lo mismo que la condición de pecador que tenemos cada quien, sino la actitud de defender y mantener de manera permanente  situaciones pecaminosas, donde no hay nunca conversión, al contrario, sólo apariencias de bondad y santidad; que lo que hay que cuidar es el corazón (lev en hebreo), es decir, la interioridad, de allí sale todo lo bueno o lo malo del hombre. En este sentido, el problema no radica per se en las riquezas, sino en la ambición e idolatría al dinero y al poder, si eso es así, no importante donde nos movamos, si en medio de la riqueza y pobreza, terminamos perdidos y podridos. 

 El tiempo nos demostró que uno vivía de la apariencia, pero en realidad abusó de muchas maneras de los más débiles y vulnerables; mientras el otro, se mantuvo firme en sus ideas, pero también en sus convicciones religiosas y de fe. Al final, la Iglesia ha hecho justicia, uno ha sido expulsado y el otro absuelto, o sea ha sido restituido de sus funciones sacerdotales. Pero el mensaje va para nosotros clérigos: cuidado con las ambición, cuidado con abusar de los más débiles; debemos tener un corazón marcado por la pobreza evangélica, o sea, una interioridad siempre en discernimiento y disponibilidad para cumplir con la voluntad de Dios. Asimismo, fomentar una Iglesia pobre para los pobres. Lo que debe marcar nuestra vida sacerdotal es la caridad pastoral.

¡MEA CULPA, MEA CULPA, MEA MAXIMA CULPA!

DIRECTORIO HOMILÉTICO: Ap. I. La homilía y el Catecismo de la Iglesia Católica. Ciclo C. Cuarto domingo de Adviento.

96. Con el IV domingo de Adviento, la Navidad está ya muy próxima. La atmósfera de la Liturgia, desde los reclamos corales a la conversión, ...