Esta pregunta me
la han hecho muchas veces, pero por más que lo explico siento que no me logran
entender del todo.
En el fondo del
problema está la mentalidad dualista occidental, la que nos hace pensar en
ideas claras y distintas y en coordenadas antropológicas neoplatónicas.
Digámoslo en
lenguaje coloquial: el hombre es un tipo de recipiente en donde ponemos un par
de ingredientes, materia, por un lado, alma, por otro lado, y ya está, no pasa
nada, taran…sale un ser humano.
Pero el Apóstol nos
viene a complicar las cosas en 1 Ts 5, 23: Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que
ustedes se conserven irreprochables en todo su ser –espíritu, alma y cuerpo–
hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.
Hombre, el problema ya está hecho. ¿entonces, “espíritu” añade,
a parte del alma, un segundo principio espiritual al hombre?
Bueno, digamos la respuesta de una vez: no. Lo dice de esta
manera el catecismo 367:
A
veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así san Pablo ruega
para que nuestro "ser entero, el espíritu [...], el alma y el cuerpo"
sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La
Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma
(Concilio de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu"
significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural
(Concilio Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser
sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII, Humani
generis, año 1950: DS 3891).
Ahora explicamos. La biblia tiene una concepción unitaria del
hombre, no hay visiones metafísicas griegas, por lo tanto, no existe el
dualismo neoplatónico ni aristotélico. Cuando quiere remarcar una parte o
dimensión del ser humano usa determinadas palabras, por ejemplo: Nefesh y Ruah.
Nefesh es la palabra hebrea que más se acerca al
termino griego alma. La Nefesh significa
nariz, y tiene que ver con el hombre en cuanto es un ser vivo que debe su existencia
a Dios y que está destinado a relacionarse con la demás creación.
Ruah, que
significa viento, es la palabra hebrea que más se acerca a la palabra espíritu, y
habla de hombre en cuanto la imagen más elevada de la fuerza creadora de Dios,
lo más espiritual del ser humano. Igualmente, describe la naturaleza total ser
humano, no solamente una parte de él.
En otras palabras, Nefesh y Ruah describen la proximidad del
hombre con Dios, la condición espiritual de imagen y semejanza con Dios.
Cuando san pablo usa la palabra “alma” se refiere a lo que
los seres humanos somos y tenemos por naturaleza desde la creación: un alma;
por ejemplo, para san Pablo, lo que viven apegados a la cosas de este mundo son
solamente cuerpo y alma (psiquikoi).
Pero
cuando usa la palabra “espíritu”, se está refiriendo a la acción de la
redención en los hombres, es decir, tenemos espíritu cuando se ha restablecido
la amistad con Dios, gracias a Misterio Pascual: a la cruz de Cristo y la efusión
del Espíritu Santo. Esto recuerda a los cristianos que son redimidos, por
tanto, templos del espíritu santo. San Pablo llama a éstos “pneumatikoi”
En
resumen:
El ser
humano es cuerpo, alma y espíritu. Cuerpo remarca la condición limitada del ser
humano; el alma indica la naturaleza espiritual del hombre, el proyecto de Dios
desde el principio de la creación; y espíritu, significa el destino
sobrenatural de los hombres, marcado desde la creación, pero cumplido en la redención.
Dios
te bendiga hermano.
Fuentes-Créditos:
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