martes, 10 de septiembre de 2019

¿Alma y espíritu son lo mismo?



Esta pregunta me la han hecho muchas veces, pero por más que lo explico siento que no me logran entender del todo.

En el fondo del problema está la mentalidad dualista occidental, la que nos hace pensar en ideas claras y distintas y en coordenadas antropológicas neoplatónicas.

Digámoslo en lenguaje coloquial: el hombre es un tipo de recipiente en donde ponemos un par de ingredientes, materia, por un lado, alma, por otro lado, y ya está, no pasa nada, taran…sale un ser humano.

Pero el Apóstol nos viene a complicar las cosas en 1 Ts 5, 23: Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.

Hombre, el problema ya está hecho. ¿entonces, “espíritu” añade, a parte del alma, un segundo principio espiritual al hombre?

Bueno, digamos la respuesta de una vez: no. Lo dice de esta manera el catecismo 367:

A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así san Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu [...], el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma (Concilio de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (Concilio Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).

Ahora explicamos. La biblia tiene una concepción unitaria del hombre, no hay visiones metafísicas griegas, por lo tanto, no existe el dualismo neoplatónico ni aristotélico. Cuando quiere remarcar una parte o dimensión del ser humano usa determinadas palabras, por ejemplo: Nefesh y Ruah.

Nefesh es la palabra hebrea que más se acerca al termino griego alma. La Nefesh significa nariz, y tiene que ver con el hombre en cuanto es un ser vivo que debe su existencia a Dios y que está destinado a relacionarse con la demás creación.

Ruah, que significa viento, es la palabra hebrea que más se acerca a la palabra espíritu, y habla de hombre en cuanto la imagen más elevada de la fuerza creadora de Dios, lo más espiritual del ser humano. Igualmente, describe la naturaleza total ser humano, no solamente una parte de él.

En otras palabras, Nefesh y Ruah describen la proximidad del hombre con Dios, la condición espiritual de imagen y semejanza con Dios.

Cuando san pablo usa la palabra “alma” se refiere a lo que los seres humanos somos y tenemos por naturaleza desde la creación: un alma; por ejemplo, para san Pablo, lo que viven apegados a la cosas de este mundo son solamente cuerpo y alma (psiquikoi).

Pero cuando usa la palabra “espíritu”, se está refiriendo a la acción de la redención en los hombres, es decir, tenemos espíritu cuando se ha restablecido la amistad con Dios, gracias a Misterio Pascual: a la cruz de Cristo y la efusión del Espíritu Santo. Esto recuerda a los cristianos que son redimidos, por tanto, templos del espíritu santo. San Pablo llama a éstos “pneumatikoi”

En resumen:

El ser humano es cuerpo, alma y espíritu. Cuerpo remarca la condición limitada del ser humano; el alma indica la naturaleza espiritual del hombre, el proyecto de Dios desde el principio de la creación; y espíritu, significa el destino sobrenatural de los hombres, marcado desde la creación, pero cumplido en la redención.


Dios te bendiga hermano.

Fuentes-Créditos:




DIRECTORIO HOMILÉTICO: Ap. I. La homilía y el Catecismo de la Iglesia Católica. Ciclo C. Cuarto domingo de Adviento.

96. Con el IV domingo de Adviento, la Navidad está ya muy próxima. La atmósfera de la Liturgia, desde los reclamos corales a la conversión, ...